viernes, 19 de febrero de 2010

una tarde (bersuitera) en el riachuelo

salí del laburo y decidí caminar un poco por el riachuelo. estaba un poco distraído pero a los pocos segundos vi lo que era evidente: el agua estaba
muy baja y se veía el lecho, la cuenca, el suelo. le pregunté a un gendarme por qué estaba baja el agua ("la marea", me dijo el muy ignorante, como si eso
pasara todas las tardes) y me dirigí a la parada del 64. unos pibes me silbaban ofreciendome a fumar, pero yo dije "no, gracias", conservador como soy.
paré un 64 pero él no me paró a mí. "una señal", como la de pity. me acerqué a los pibes (el rocanrol teen de la ciudad) y le di un par de pitadas. después
me dirigí (ya puse "me dirigí" en este texto, pero va muy bien) a caminito y me tomé el bondi ahí.
las cosas en las que pensé desde esas pitadas fueron:
-la técnica pictórica
-cuál es la calle de barcelona que más quiero
-escribir mi autobiografía parcial titulada "30. memorias."
-escribir una historia de los pitos (silbatos) y silbidos en el rock argentino (miguel abuelo, raíces, melero-adrián) con un apéndice para los guns.
-haber dejado atrás los atardeceres en caballito.
-lo singular que es hablar otro idioma
-lo hermosa que era una mina fea en el bondi
-mil cosas sobre mi personalidad, muy reveladoras pero fugaces
-los vínculos que están para atrás y los que van bien
-¡el edificio en el que estoy viviendo!
-lo que me falta para vivir en el mundo en el que me gustaría
-en que algún día voy a ir a la boca y voy a recordar que alguna temporada trabajé ahí
-que el riachuelo debe tener algo de los puertos tétricos que visita maqroll en el pacífico
-que podría pasar el invierno no en sorata sino en alguna posta andina fuera de bolivia
-en la relación de la literatura popular ("las mil y una noches") con la literatura "de autor"