miércoles, 14 de mayo de 2008

Dos

El otro día entré a mi aula en la facultad y en vez de la profesora titular estaba MK, el gran Martín Kohan, Martu. La clase fue increíble. Después vi Capusotto en lo de Javi, en el quinto techo, y entre los delirios estatales de Peter y los despertares de lo insólito siempre volvían, como breves flashes, los momentos de genialidad (pedagógica, ideológica) de mi profesor.