domingo, 14 de diciembre de 2008

lo que hay

Entre la intervención de ayer de Pablo Lescano en River y la nota de Adrián de hoy en Crítica (ya posicionada en el podio junto a la de la Viva de hace tres años y la de hace diez años en una pequeña e ignota revista), puedo decir que tuve un fin de semana a toda poesía.

Cuando Vicentico lo presentó a Lescano no me sorprendí y tampoco fui consciente de lo que vendría. Apenas subió el rey de la cumbia sentí un exceso de vida y como no podía soportarlo saqué la birome y los papelitos que me había llevado y anoté “Lescano” y “Lescano heredero”. La cumbia tóxica salía de la guitarra-pianito y mi alma se deslizaba en un flash trascendente de altos misterios. El pelilargo hacía su circo (soy consciente de que todo era un circo, de que él ya sabía lo que iba a decir y que todo el mundo iba a delirar. Pero deliramos) y todo se elevaba bajo la noche, en los agujeros de la noche que el porro abría como estelas en la mar.

"Padre nuestro", "Tuyo siempre"… en el decadente paisaje del rock, ¿el alba de la cumbia en la llanura?

Y la entrevista de hoy… magia, magia pura.

Me encanta esa idea. La idea de alguien que sólo hace las cosas por el bienestar de los demás. No es un altruismo, es una conciencia muy poco común.

Yo siempre quise ser popular. Después podés decir: "No ibas a los programas de tele". Y, bueno, no nos quisieron en un principio, entonces después tampoco nos servían

Igual, la crítica de rock… ¿Cómo podés criticar el esfuerzo máximo de una mente tan simple? ¿Qué podrías decir de un tipo tan simple como un músico?.

Todas estas son arengadoras, algunas desde su cantante y otras ya su música es arengadora de por sí.

También me gusta el disco de Lebón… ¿Cómo se llama? David Lebón ¿no? "No te copes mal". ¡Hay muchas letras de Lebón que me gustan! ¡Muchas!

A mí no me gusta el kitsch, no me gusta lo posmoderno, no me gusta nada. Preferiría no tener eso. Es muy difícil el imaginario que los demás tienen de mí. Yo me encargo de cerrar mi letra, mi música no es nada de eso.

Todo está porque yo me siento a pescar fragmentos de letras que vienen de la nada. Si yo no me siento a hacer esto no hay tapa de disco, no hay video, no hay nada.

Qué importa de dónde viene el capital. ¿De dónde viene la guita de las FARC? ¿De dónde viene la plata del Ejército Zapatista? Del ejército de Francia… Vamos, basta de chamuyo. ¿Quién piensa luchar contra el capitalismo sin dinero?

Además, el sponsoreo no es todo el que yo quiero. Realmente me gustaría más.

Y…sí, antes había un ambiente aspiracional en la Argentina. Los Redondos, Sumo… En los 90, el desmedro del menemismo, la exposición de nuevos estereotipos triunfadores, como Fassi Lavalle y compañía, generaron un nivel no aspiracional en la cultura. El ganador es el vivo, no el que encontraba el entendimiento. Entonces las bandas no aspiraban a eso.

En mi época a los maestros los tenías que respetar. Ahora, como ganan menos, son loosers, ¿no?

Ok, todo entretiene igual: leones comiéndose esclavos o Tristán e Isolda. Para uno vas a necesitar formar a la gente para que lo entienda. Para el otro, no.

Después, lo que me dijo Mati, que ya se remonta más bien al viernes, a esa constelación absoluta que el dormir disolvió (pero no del todo): decisiones...