sábado, 29 de noviembre de 2008

saturday night fever

a veces, en el lugar en el que, digamos, trabajo, me dan algo para hacer. cada tres meses aprox, me dan algo para hacer. tardo cinco días en hacerlo. esos cinco días son raros: me dedico sólo a eso (a eso que me es ajeno: una cerveza mendocina, una agua vitaminizada) y el mundo va como en paralelo. hoy es sábado y ayer fue viernes: nadie en casa, sólo yo. me duermo temprano, aprovecho para dormir y a la mañana ya me pongo con la compu y el powerpoint y el mar conceptual que supone todo producto. la experiencia de estar en mi habitación un sábado a la noche no es para nada nueva (el 2002 barcelonés fue, creo, pródigo en momentos tales) pero quizás sea justamente eso. hay una fiesta en canning y costa rica y allá afuera están las miles de chicas ideales, pero debo dormir (quizás mañana no pueda hacerlo) y quizás yo no sea ni siquiera un chico ideal. caen las gotitas, no hay nadie en casa, me conecto...