la noche de ayer, que de sensual no tuvo nada (nada propio), tuvo dos destellos intelectuales, que probablemente no sean destellos sino simplemente puntos a favor.
el primero, este artículo de martín kohan:
http://www.perfil.com/contenidos/2009/06/05/noticia_0038.html
el segundo:
hello / i love you / won´t you tell me your name?
me gustas tanto / quisiera aprenderme tu nombre