domingo, 17 de agosto de 2008

aquel bondi que iba a china

china, ese país mediado por la distancia, o por la televisión, o por la comida. china, aquel remoto imperio televisado. oh, china, te pareces mucho a una gambeta de messi.

el otro día estaba viendo un partido de argentina. la sensación es que eso no se transmite desde china sino desde la televisión misma. como que china, de tan lejos, no existe. entonces recordé aquella tarde de octubre o noviembre en la que me tome un bondi que iba a china.creo que estaba con ese chico sueco con el que viaje varios días: estábamos en laos, yendo al norte. no me acuerdo los lugares ni en pedo. pero íbamos al norte. lo de laos es cierto. nos subimos al bondi y los pasajeros, aunque asiáticos, no eran iguales a los laosianos. eran distintos, no sé. escupían unos gargajos impresionantes todo el tiempo sobre el piso del bondi. era bastante impresionante. averiguamos un poco qué pasaba y nos enteramos de que ese bondi, después de pasar por el lugar al que nosotros íbamos, seguía hasta china. eran algunas horas más de viaje, no recuerdo cuántas, pero no muchas. nos pareció un dato curioso, claro, pero nos bajamos en donde teníamos previsto bajar. para entrar a china había que ocuparse, no sé con qué nivel de dificultad, de una visa. ya fue, nos dijimos. y eso es china en mi vida, además de los juegos olímpicos y la difusión mediática: un bondi que siguió.