martes, 12 de agosto de 2008

fantasy

hoy fue un buen día, como los últimos.
supongo que estoy escribiendo porque también estoy escuchando, por primera vez en la vida, a john cale, y me gusta. las dos cosas son totalmente inesperadas. es la una y veinte de la mañana. me desperté hace cinco horas de una de esas siestas que lo dejan a uno en un estado de gracia invariable. esas siestas cuya figura se parece a la del asesinato: siestas absolutas e irreversibles, sin interrupciones y con las estufas encendidas.
me desperté hace cinco horas y empecé a trabajar, por primera vez en mi vida. así es: casi llegando a los 28 descubro la vida laboral. hasta ahora no había sentido algo así. tuve que leer unas entrevistas y apurar una traducción.
presión.
muy interesante.
una de las grandes frases de mi adolescencia: "un hombre feliz es un hombre que durante el día por su trabajo, y a la noche por su cansancio, no tiene tiempo para pensar en sus problemas".
yo, hoy, cambiaría "cansancio" por "taringa", quizás.
la cuestión es que me desperte muy agraciado de la siesta y puse manos a la obra. en el medio me hice una tarta de atún (aplausos) y escuché el programa de tom lupo.

¿cómo llegué a la siesta? simple: me levanté 7.50 (aplausos) para estar en puán bañado y desayunado a las 9. de ahí al centro, luego "la americana" (porción de espinaca $2, aplausos) y luego la biblioteca del cceba. ahí encontré el libro de álvaro mutis que me había deslumbrado en barcelona, que no sabía cómo se llamaba. se llama "la nieve del almirante". habla de las librerías de viejo del gótico. tendría que leerlo, pero tanto que hacer, e incluso la facultad, me parece que este cuatrimestre será, además del último, el peor...
del cceba me vine pa caballito, con escala en gustado´s: churros y medialuna.

el vacío del blog y del blogger es impresionante.